Lima, 12 abr (EFE).- Mientras Perú aún no se repone de la sorpresa por los resultados de los comicios de este domingo, la líder del partido Fuerza Popular, Keiko Fujimori, se sitúa a un paso de ser la rival del ultraizquierdista Pedro Castillo en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales.
La tendencia favorable hacia Fujimori, que había sido adelantada por sondeos privados, comenzó a tomar fuerza conforme avanzó el recuento oficial de los sufragios y la llevó a desplazar tanto al economista Hernando de Soto como al empresario Rafael López, ambos también de tendencia derechista.
Cuando se ha procesado casi el 80 % de las actas, Castillo ha llegado al 18,20 % de los sufragios, lo que le ha permitido ratificar su primer lugar, mientras que Fujimori sumó 13,17 % y desplazó a De Soto a la tercera posición, con 12,34 %.
De esa manera, Fujimori puede llegar por tercera vez al balotaje, tras los comicios de 2011 y 2016, que perdió frente al excomandante del Ejército Ollanta Humala y al economista Pedro Pablo Kuczynski, respectivamente.
LA DERECHA BUSCA UNIRSE
Ante la irrupción de la candidatura de Castillo, un maestro que lideró una facción del sindicato de profesores que fue vinculada con el brazo político del grupo subversivo Sendero Luminoso, Fujimori ya ha planteado una unión entre las propuestas de derecha, que en bloque han tenido un apoyo mayoritario en estos comicios.
Aunque la candidata ha señalado que se debe esperar con prudencia el avance del recuento, ya le ofreció a De Soto «trabajar juntos» para confrontar al populismo y la izquierda radical.
«No importa quién pase a la segunda vuelta, espero que podamos trabajar juntos», remarcó Keiko Fujimori sobre De Soto, con quien resaltó que tiene «grandes coincidencias».
El tercero en esta eventual alianza bien puede ser el empresario ultraderechista Rafael López, quien ocupa la cuarta posición, con un 12,18 % de los votos.
En respuesta, De Soto declaró que va «a meditar» la propuesta de Keiko Fujimori, aunque también sostuvo que, ante la apretada disputa por el segundo lugar, prefiere esperar al avance de los resultados para tomar una decisión.
«Tengo que meditar porque acabo de ver la declaración, las palabras dulces y simpáticas de Keiko, pero prefiero que avancen las cifras del conteo y ahí vamos a ver verdaderamente quién debería hacerle una propuesta a quién», remarcó.
CASTILLO PROPONE DIÁLOGO
Tras haber celebrado durante la noche del domingo junto a sus seguidores en la ciudad norteña de Cajamarca, de donde es oriundo, Castillo agradeció este lunes el respaldo de la población y también dijo que su intención es conversar «con las diferentes fuerzas políticas».
«Se trata del país y por el país tenemos que deponer cualquier actitud», declaró a la emisora RPP al rechazar que pretenda imponer cualquier posición radical, tras lo cual dijo que incluso está dispuesto a «recoger la experiencia de sectores políticos».
El candidato del partido Perú Libre remarcó que los candidatos que participaron en estas elecciones tienen en él «a una persona dispuesta para sacar adelante al país» e hizo un llamamiento a crear «un espacio de amplia concertación por el bien del país».
Posteriormente, Castillo remarcó que los que intentan vincularlo con el terrorismo «no quieren que gente de pueblo surja para desenmascarar la tristeza de la profundidad del país».
«Quisiera que acá vengan a decirme en mi tierra que soy terrorista. Que vengan», retó el candidato en declaraciones ofrecidas desde Cajamarca al Canal N de televisión.
UN MALESTAR INOCULTABLE
Mientras muchos peruanos aún intentan explicarse la irrupción de la candidatura de Castillo, que protagonizó un gran avance en las preferencias en menos de un mes, los analistas señalan que se está frente a una manifestación de la molestia de las provincias del país contra la clase política y el centralismo limeño.
El periodista Augusto Álvarez Rodrich afirmó que este triunfo «constituye una señal inequívoca del profundo malestar de muchos peruanos», por lo que consideró que «sería un grave error dejar de lado solo porque el más ultraizquierdista del menú 2021 no logre el triunfo final».
«Es poco probable que, por esas posiciones radicales, Castillo pueda ganar la Presidencia, aunque en elecciones peruanas nunca se sabe, pero su avance en esta primera vuelta expresa un profundo malestar de los peruanos con el pésimo funcionamiento de la democracia», remarcó el analista en el diario La República.
Más allá del resultado final, estas elecciones ya han implicado un triunfo del pensamiento conservador y tradicional, que es hostil al enfoque de género y los derechos de las minorías sexuales, una posición que comparten tanto la izquierda radical de Castillo como la derecha autoritaria de Fujimori en este proceso.