Lima, 18 nov (EFE).- Representantes de la derecha peruana plantearon en las últimas horas abiertamente la destitución del presidente de Perú, el izquierdista Pedro Castillo, tras asegurar que está incapacitado para gobernar y genera inestabilidad en su país.
El tema fue mencionado primero por el líder del partido ultraderechista Renovación Popular, Rafael López, y este jueves adquirió tonos mayores cuando la tercera vicepresidenta del Congreso, Patricia Chirinos, mostró una moción que pide la destitución del gobernante, quien asumió el cargo el pasado 28 de julio, por “incapacidad moral”.
Chirinos, del partido derechista Avanza País, que lidera el economista Hernando de Soto, solicitó a los demás legisladores que “muestren su lealtad al pueblo” y apoyen su propuesta, que necesita de 26 firmas para ser presentada formalmente para su discusión.
“No busquemos aplausos fugaces o un sueldo a fin de mes, o hablar de una gobernabilidad que no existe con un presidente incapaz de distinguir entre el bien y el mal, entre lo legal y lo inmoral”, dijo antes de solicitar que se dé prioridad a su pedido.
CONTRA CASTILLO Y SU VICEPRESIDENTA
Este tema ya había sido tocado este miércoles por Rafael López, quien declaró en el Canal N de televisión que el Gobierno de Castillo “es un mamarracho” y que se le tiene que destituir, junto a su vicepresidenta Dina Boluarte, “antes de fin de año”.
“Tienen que ser los dos, pero para que haya elecciones únicamente presidenciales. Hay que dejar el Congreso para que no se vea el país en un desgobierno total”, señaló a pesar de que la Constitución peruana establece que, en caso de la caída de un Gobierno, se debe convocar a elecciones generales.
López, quien también participó en las presidenciales de este año y ha anunciado que en 2022 postulará a la Alcaldía de Lima, aseguró que existen argumentos jurídicos para destituir al mandatario y afirmó que en los comicios que ganó Castillo sobre la derechista Keiko Fujimori, hubo un “robo espectacular”.
Aludió, de esa manera, a las denuncias que hicieron Fujimori y gran parte de la derecha peruana de que hubo un fraude electoral, aunque sin presentar pruebas contundentes.
Esto a pesar de que la legitimidad y transparencia de los comicios fue avalado por organismos internacionales como la Organización de Estados Americanos (OEA) o la Unión Europea (UE), y respaldada por países como Estados Unidos, Canadá e Inglaterra.
LA POSICIÓN DEL CONGRESO
Chirinos mostró su solicitud un día después de que la presidenta del Congreso, María del Carmen Alva, asegurara que el Legislativo, que es dominado por la oposición política, no tenía planificado promover un pedido de vacancia presidencial.
En ese sentido, el partido de Alva, Acción Popular, señaló que rechaza “tajantemente cualquier moción” de destitución y consideró que Castillo “debe enmendar los errores que ha cometido, tomando las mejores decisiones de retirar a personas que no suman a su gestión”.
A su turno, la parlamentaria Ruth Luque, de la coalición izquierdista Juntos por el Perú, señaló que este pedido forma parte de un “plan golpista y de vacancia que desde hace tiempo se ha venido advirtiendo”.
Por su parte, el congresista de Renovación Popular José Cueto adelantó que “probablemente” firmará el pedido para presentar la moción, mientras que Alejandro Cavero, de Avanza País, señaló que respalda la iniciativa porque Perú “no tolera este desgobierno”.
Más allá de estas posiciones individuales, la mayoría de bancadas manifestaron su sorpresa por la propuesta y remarcaron que una medida de este tipo solo va a generar más inestabilidad política y económica en su país.
LA POSICIÓN DEL GOBIERNO
En respuesta, la vicepresidenta Boluarte, quien también es ministra de Desarrollo e Inclusión Social, le pidió al Parlamento “reflexionar para trabajar por un Perú unido” y aseguró que al Gobierno no le “han dado un minuto de tregua”.
“Pero no nos detendremos. Seguiremos día a día”, acotó antes de pedir que se respete “la voluntad popular” y se les permita “gobernar para resolver” los problemas del país.
El presidente Castillo se presentó, por su parte, ante la Conferencia Anual de Ejecutivos (CADE), donde sin mencionar directamente los pedidos de destitución, afirmó que “la gobernabilidad se construye entre todos, no solo de un lado”.
“Se construye poniendo por delante los intereses del país, sin obstáculos, sin cortapisas, sin infundios y sin romper el equilibrio de poderes. La confrontación inútil le ha hecho mucho daño al país y solo ha generado frustración y desconfianza en los ciudadanos, en los políticos y las instituciones”, enfatizó.