Lima, 24 may (EFE).- Un nuevo atentado terrorista conmovió Perú en la recta final de su polarizada campaña electoral, una constante en la vida política de nuestro país que se repite antes de las elecciones y que no es una excepción en este proceso particularmente enconado que enfrenta a Pedro Castillo y Keiko Fujimori.
Al menos 14 personas fueron asesinadas a balazos presuntamente a manos del grupo terrorista Sendero Luminoso en un poblado remoto y selvático de la zona del Valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (VRAEM), la cuenca cocalera más grande del Perú, dominada por el narcotráfico y en donde se esconden los remanentes del grupo armado.
En los anteriores procesos electorales de 2011 y 2016, esta región ya fue escenario de una serie de emboscadas perpetradas por la banda terrorista.
La historia se repitió ahora, a dos semanas de la cita electoral del 6 de junio, cuando Castillo, a quien sectores de la derecha llevan semanas intentando vincular con Sendero Luminoso, y Fujimori, hija y heredera política del expresidente Alberto Fujimori (1990-2000), considerado por sus simpatizantes como el hombre que salvó el Perú del terrorismo, medirán sus fuerzas.
Aquí una cronología con atentados previos a las elecciones en Perú y datos sobre Sendero Luminoso:
2021
El pasado 23 de marzo, a menos de tres semanas de los comicios generales del 11 de abril, una columna de Sendero Luminoso perpetró una masacre en el pueblo de Huarcatán, en la región de Ayacucho.
En ese ataque, fueron secuestrados y posteriormente asesinados cuatro miembros de una misma familia, que integraban los llamados comités de autodefensa, organizaciones sociales que velan por proteger a sus comunidades de la delincuencia.
En aquel momento, la masacre se leyó como una muestra de autoridad del “camarada” que habría asumido el lugar de Jorge Quispe Palomino, el ‘camarada Raúl’, el líder de esta organización terrorista, cuya muerte fue confirmada el 30 de marzo, apenas una semana después del ataque en Huarcatán.
2016
El 9 de abril, un día antes de la celebración de los comicios generales de 2016, una emboscada atribuida a Sendero Luminoso contra una patrulla militar dejó diez muertos, entre ellos ocho militares y dos civiles, y cinco heridos en el poblado de Hatunccasa, en Santo Domingo de Acobamba.
Los soldados eran parte de una patrulla militar que se trasladaba al pueblo de Matichaca, en la región andina de Junín, para resguardar las urnas del domingo electoral.
2014
También en víspera de los comicios regionales y municipales celebrados en octubre de 2014, el grupo terrorista atacó en el VRAEM a 28 policías que protegían un convoy con material electoral, y dejó a dos uniformados muertos y cinco heridos.
2011
El 4 de junio, un día antes de la segunda vuelta electoral de 2011, que enfrentaba al expresidente nacionalista Ollanta Humala con Keiko Fujimori, una emboscada de Sendero Luminoso se saldó con cinco militares muertos en la región selvática de Cusco.
Las víctimas integraban una patrulla del comando especial en el VRAEM que se dirigía a custodiar el proceso electoral en la localidad de Choquetira, en la provincia de La Convención.
REZAGADO DEL CONFLICTO INTERNO
Sendero Luminoso fue fundado en 1979 por el profesor de Filosofía Abimael Guzmán con el objetivo de crear en Perú una “república popular” basada en la doctrina maoísta y su primera acción fue el asalto a una oficina electoral de Chuschi (Ayacucho), el 17 de mayo de 1980.
Desde entonces, las acciones de Sendero se sucedieron en forma de masacres de campesinos, atentados terroristas y asesinatos selectivos de militares y políticos, hasta la captura de su fundador en septiembre de 1992, que marcó la derrota política y militar de la banda.
Hoy, el VRAEM es el último escenario activo del sanguinario conflicto armado interno (1980-2000) desatado en Perú por Sendero y el marxista Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA), que causó unos 69.000 muertos, según la Comisión de la Verdad y la Reconciliación (CVR).
Sendero es la organización responsable de la mayor parte de estas muertes.
NARCOTERRORISTAS DEL VRAEM
Jorge Quispe Palomino lideraba junto a su hermano Víctor este grupo que, según estiman las autoridades, podría estar formado por entre unas cien o doscientas personas.
Estos cabecillas se hicieron con el control de Sendero en el VRAEM a fines de los años 90, cuando toda la cúpula de la organización fue capturada, aunque el fundador Guzmán, que cumple cadena perpetua en una base naval, nunca los reconoció como tales.
Actualmente, las autoridades peruanas tildan a este remanente de la banda de “narcoterroristas” por actuar en connivencia con el narcotráfico del VRAEM, pues brindan seguridad al transporte de la droga a cambio de ser financiados por los narcotraficantes.