La violencia sexual no se detiene. Es una pandemia que nunca nos ha dejado. Y es que, en el Perú, cada día 13 niñas y adolescentes son violadas, de acuerdo con las últimas cifras de la Policía Nacional del Perú.
Estas son solo las denuncias durante el 2019, por lo que se estima que la cifra podría aumentar con los casos que nunca son denunciados y más en este año de aislamiento obligatorio en el marco del COVID-19.
Se registra un total de 4902 denuncias efectuadas en el 2019, principalmente en la región Lima (1340), la cual registra un aumento en 149 casos frente al 2018. Le siguen las regiones Arequipa (412), Junín (391), Cajamarca (278), La Libertad (254), Cusco (236) San Martín (209). Además, existen 961 casos de niñas entre los 0 y 11 años y 3 941 denuncias de violaciones a adolescentes entre los 12 y 17 años.
De acuerdo con el mapa divulgado por Calandria, la región Ica registra 126 casos de denuncia en el 2019.
En ese sentido, como Asociación de Comunicadores Sociales Calandria, institución que trabaja violencia y medios, hacemos notar que el Estado, las familias y la sociedad civil aún seguimos fallando en la prevención de la violencia sexual hacia las niñas y las adolescentes.
Hacemos recordar también, que la mayoría de los embarazos en niñas y adolescentes están relacionados con actos de violaciones recurrentes, ocurridos principalmente en el ambiente intrafamiliar; donde el agresor, en la mayoría de los casos, es un familiar o una persona conocida por la víctima. Y en este contexto de aislamiento social y confinamiento es sumamente importante la protección de las niñas y adolescentes, así como la denuncia ante estos actos de agresión.
Hacemos un llamado a las autoridades para que implementen y fortalezcan el acceso a servicios integrales de salud sexual y reproductiva para las niñas y adolescentes, los cuales deben incluir programas de educación, prevención y atención integral a víctimas de violencia sexual.
Además, se debe fortalecer las escuelas para padres y madres para que ayuden a reforzar su conocimiento sobre este problema de salud pública en nuestro país y su rol como protectores de la salud y los derechos de sus niñas y adolescentes.
Finalmente, hacemos un llamado a los medios de comunicación, consideramos necesaria su participación en la visibilización, denuncia y seguimiento a la problemática con respecto a la violencia de género; así como también informar sin caer en prejuicios y mitos que menoscaben los derechos de las mujeres, jóvenes, adolescentes y niñas.
Específicamente en el marco de la Ley Nº 30364, Ley para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres y los integrantes del grupo familiar. Dicha Ley, en el artículo 125, precisa las obligaciones de los medios de comunicación, señalando que “los medios de comunicación contribuyen a la formación de una conciencia social sobre la problemática de la violencia hacia las mujeres e integrantes del grupo familiar”.