Cientos de feligreses llegaron al Santuario del Señor de Luren a venerar y agradecer por los favores concedidos al patrón religioso de los iqueños en marco de las celebraciones por los 452 años de su llegada a la parroquia de Santiago de Lurin Ika.
Los miembros de la Hermandad del Señor de Luren fueron los encargados de bajar la sagrada imagen para que luego los feligreses y devotos ingresen en orden al santuario.
Debido a los protocolos sanitarios por el covid-19, se evitó que los feligreses reciban las gracias besando los pies o pasando algodón por el rostro y cuerpo de la sagrada imagen.
Francisco Chacón Sánchez, párroco de la Parroquia Santiago de Luren, en su homilía por esta magna fecha sostuvo que la festividad en honor al Señor de Luren cada día crece por la fe de los feligreses.
Igualmente destaco el esfuerzo de los feligreses en la restauración de la sagrada imagen luego del trágico incendio del 23 de junio de 1918.
“El santuario es la casa de todos los iqueños y el Señor de Luren es el alma de nuestra ciudad”, dijo el Chacón Sánchez.
El culto al Señor de Luren
En 1570 Fray Francisco de Madrigal, franciscano y cura de la Parroquia de Santiago de Lurin viaja a Lima en búsqueda de una nueva imagen para la parroquia, debido a que se rendía culto a un Cristo Crucificado que medía menos de 1 metro y ya se hallaba deteriorado por el transcurrir del tiempo.
Cuando el párroco llegó a su convento mayor en Lima se entera del arribo de una imagen dentro de un cajón de madera, la cual estaba destinada a la Iglesia de San Francisco en Lima, pero había naufragado debido a una tormenta que puso en peligro la embarcación que la traía desde Europa. La imagen supuestamente se hallaba deteriorada, lo que hizo que los frailes franciscanos de la Ciudad de los Reyes no la compraran, hecho que aprovechó el religioso iqueño, adquiriéndola por un costo de 1200 reales.
La nueva imagen llegó a la Parroquia de Luren el 25 de febrero de 1570, medía el tamaño de un hombre y se hallaba en perfecto estado. Entonces tomó el nombre del lugar “Señor de Luren” y fue sacada en procesión y venerada fielmente.
Las festividades del Señor de Luren se iniciaron aproximadamente en 1799 cuando los agricultores habitantes de la zona pidieron a los curas custodios que se realicen cultos especiales a la imagen en rogativas de agua, finalizando con una procesión al Cristo rumbo al río Ica.