Con gran devoción y en medio de sentidas notas musicales, centenares de fieles acompañaron con gran entusiasmo la segunda salida del Señor de Luren en octubre, tras dos años de confinamiento debido a la pandemia del covid-19.
Tras una breve ceremonia de homenaje por el personal del INPE se inició a las 8 de la mañana la esperada procesión de la sagrada imagen por las diferentes calles y avenidas de la zona sur de la ciudad de Ica.
Durante el recorrido, la procesión del Cristo crucificado de Luren realizó varias paradas frente a los locales de instituciones, las cuales le rindieron homenaje entonando en cánticos y oraciones, además de ofrecerle ofrendas florales.
El anda que pesa cerca de 4 toneladas fue cargada con gran devoción por 52 cargadores que hicieron largas colas para cumplir con este propósito.
Entre el canto de las sahumadoras, la venerada imagen se desplazó entre el aplauso de quienes le seguían a pie, así como de quienes la observan desde balcones y azoteas, donde prepararon un pequeño homenaje a su paso lanzando pétalos de flores.
Numerosas personas alcanzaban objetos como ropa para que los miembros de la hermandad puedan pasarlo por el sudario del Señor de Luren y reciban la bendición, otros fieles y devotos optaron que sus menores hijos sean bendecidos.
La venerada imagen recorrió las calles Nasca y Piura, las avenidas Cutervo y San Martín, la calle Juan Pablo Fernandini, la avenida Prolongación Cutervo; las calles Antonia Moreno de Cáceres, Gerónimo de Cabrera, La Mar, Pisco, Ayacucho, Palpa, Lima y Nasca e ingresó a su santuario pasado las 7 de la noche.
Patrimonio Cultural de la Nación
La festividad y procesiones en honor al Señor de Luren fue declarada Patrimonio Cultural de la Nación, el 1 de octubre de 2015, por el Ministerio de Cultura, por tratarse de una tradición religiosa de gran riqueza simbólica, cuyo culto y devoción se transmiten de generación en generación y son eje de articulación social, así como un referente de identidad cultural para la población regional y nacional.