Todos los ciudadanos mayores de 18 años deberán contar con las tres dosis de la vacuna contra la COVID-19 para poder ingresar a cualquier establecimiento público o privado, según se acordó esta noche en el Consejo de Ministros a propuesta del Ministerio de Salud (Minsa)
El ministro Hernán Condori Machado indicó que esta medida es necesaria para proteger a la población ante la pandemia ya que, si bien ha disminuido el número de contagios, todavía puede producirse un rebrote.
Se informó que el decreto supremo que formalizará esta medida será publicado en los próximos días por la Presidencia del Consejo de Ministros en el diario oficial El Peruano.
Cabe señalar que diferentes estudios científicos han demostrado que los anticuerpos proporcionados por las vacunas contra la COVID-19, o por enfermedad, decaen en los meses siguientes; además, en el caso de la variante ómicron, tres dosis son necesarias para adquirir una protección adecuada.
El titular del Minsa anunció que, para facilitar la vacunación de los mayores de 18 años, los centros de vacunación permanecerán abiertos durante 36 horas este fin de semana.
Según información pública, hasta la fecha se han aplicado 11 935 794 terceras dosis a mayores de 18 años del país, cuando la población total de ese grupo etario es 24 964 920.
«No, es necesario que tengan las tres dosis, para que puedan acceder a cualquier lugar público o privado, es necesario que tengan tres dosis y todos los establecimiento públicos y privados están en la obligación de constatar esto, o sea no pueden dejar ingresar a personas que no tengan las tres vacunas», manifestó el titular del Consejo de Ministros, Aníbal Torres, durante la conferencia de prensa, tras una nueva sesión del Consejo de Ministros,
Asimismo, precisó que también se está estudiando la posibilidad de aplicar una cuarta dosis de refuerzo contra esta enfermedad.
De otro lado, aseguró que aquellas personas que trabajan en el sector público y que no cuentan con la tercera dosis, «no podrán volver al trabajo y corren el riesgo de perderlo», aunque, aclaró que habrán excepciones.
«Como hemos dicho la vacuna no es obligatoria, pero el que toma la decisión de no vacunarse no tiene derecho de perjudicar a los demás. Las personas que, por ejemplo, trabajan en el sector público y que no tienen las tres dosis, no pueden volver al trabajo y corren el riesgo de perder su trabajo», agregó.